lunes, 21 de marzo de 2011

VIDEOS Y CAMPAÑAS SOBRE LA LUCHA CONTRA LA POBREZA Y LAS GUERRAS

ANUNCIO DE COCA COLA

CAMPAÑA DE MANOS UNIDAS



LA POBREZA EN EL MUNDO

  Desde hace más de dos décadas hablamos del cambio climático como un concepto abstracto de la misma forma que las diferentes organizaciones no gubernamentales aprovechan la interesante figura de la responsabilidad social empresarial para lograr fondos de los grandes capitales, fondos desgravables que ayudan a las cuentas de resultados, en pos de acabar con otro de esos conceptos eternos a través de la historia; la pobreza mundial.
Ciertamente, la pobreza mundial forma parte del subconsciente colectivo permanente que, generación tras generación convive, independientemente de ciclos de bonanza o ciclos de crisis, con el hambre en el mundo, el reparto de recursos y la pobreza.
Los países desarrollados se comprometen a “ayudar” a los países más pobres contemplando políticas de cesión de fondos mientras que se incrementa la necesidad de abrir las puertas de acceso y conocimientos a las nuevas tecnologías de los países en desarrollo a fin de incrementar los niveles de productividad en sus sectores productivos.
La pobreza concentra un gran poder mediático año tras año y, año tras año, 10 millones de personas, niños principalmente, mueren de hambre en una proporción de uno por segundo
No faltan las comparaciones destinadas a despertar de su letargo a las economías desarrolladas, comparaciones que las generaciones actuales no pueden dimensionar por lo reducido de sus experiencias de vida; algunas, ciertamente inquietantes como que el número de niños que mueren de hambre cada año es igual que el número de fallecimientos producido por 50 bombas como la lanzada en Hiroshima, terrible sin duda, pero la pobreza y sus muertos forma parte de la realidad del mundo hasta el punto de convivir con ello sin que ya, ni tan siquiera, sea una noticia.
Pero si existe algo realmente inaceptable y moralmente despreciable es que si no fuera por los intereses políticos y económicos de sobra conocidos y, visto desde una perspectiva estrictamente científica, acabar con el hambre del mundo no sería tan complejo. La pobreza no está relacionada con una escasez de recursos. Según un informe elaborado en 2008 por la FAO, los recursos existentes en el planeta actualmente servirían para sustentar una población mundial diez veces mayor a la actual, mientras países “desarrollados” subvencionan con fondos públicos la paralización de la producción de alimentos.
Si esta situación ya es deleznable, lo es aún más, saber que los países pobres tienen sociedades pobres, pero tierras fértiles y ricas

Con estos antecedentes: ¿Por qué no se erradica la pobreza del mundo?

Resulta difícil comprender cómo la pobreza es un concepto que se reproduce ciclo tras ciclo siempre con los mismos aspectos concordantes sea cual sea el país pobre estudiado. En 2005, el diario The New York Times escribió un informe basado sobre un estudio realizado por economistas de renombre que habían estudiado el fenómeno de pobreza de Bangladesh; el informe destacaba como claves de los niveles de pobreza en uno de los países más pobres del mundo, el hecho que únicamente el 15% de la población de Bangladesh controla 2/3 de la tierra y un 85% no poseía nada. Asimismo, las nuevas tecnologías aplicables a los procesos productivos estaban completamente vetadas para ese porcentaje de población y, únicamente los grandes capitales accedían al crédito y los instrumentos necesarios para explotar la tierra a través del uso de las nuevas tecnologías.
Esta situación es reiterada en todos los países pobres, pero aún hay más. Hablemos de las ayudas exteriores. Las ayudas que provienen del exterior son vendidas por el gobierno a los militares, a las clases medias y a los grandes capitales. Como conclusión, en el informe se establecía el alto grado de fertilidad de las tierras de Bangladesh y su potencial para alimentar a una sociedad 3 veces mayor que la actual.
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No obstante, a pesar de estas afirmaciones se puso de manifiesto que la restricción de ese 85% de la población sin acceso a la producción, evidentemente, tampoco tenían forma de consumirlo por lo que los alimentos producidos por los grandes capitales en las fértiles tierras de Bangladesh se exportan a los países desarrollados, manteniendo así la espiral constante e histórica de pobreza y recursos mal repartidos.
Un mal reparto de recursos que parte de los órganos de poder. En Bangladesh el 80% de los integrantes del parlamento son propietarios de tierras por lo que las posibilidades de acometer un cambio en pos de erradicar la pobreza son prácticamente nulas.
Si extrapolamos la situación de Bangladesh al resto de los países pobres podemos dar con la clave del por qué la pobreza mundial no será jamás erradicada, de nuevo nos encontramos ante la inherente ambición del ser humano…, aunque sea en contra de otro ser humano y, sin ánimo de caer en demagogia, no queda más remedio que retrotraernos a nuestra condición animal, el más grande se come al más chico por una cuestión de supervivencia, aunque en el caso de la pobreza, el hambre en el mundo y los niños que mueren cada segundo, estamos ante un animal muy despiadado en el que el ciclo de la vida no se lleva a cabo por supervivencia, sino por dinero.


lunes, 14 de marzo de 2011

JMJ 2011

El encuentro internacional de la XXIV Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011 está anunciado en la ciudad de Madrid, capital de España, del 16 al 21 de agosto de 2011. El tema de la JMJ 2011 será: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe»
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El viernes 19 de agosto se celebrará un Vía Crucis, presidido por el Papa, por el centro de Madrid. Las escenas de la Pasión estarán representadas por diferentes tallas de diferentes lugares del país:
  1. La Santa Cena (Cofradía de Nuestro Padre Jesús. Murcia)
  2. El Prendimiento (Hermandad del Prendimiento. Málaga)
  3. Las Negaciones de San Pedro (Orihuela. Alicante)
  4. Jesús sentenciado a muerte (Cristo de Medinaceli. Madrid)
  5. Nuestro Padre Jesús del Gran Poder (Madrid)
  6. Nuestro Padre Jesús de la Caída (Cofradía de la Caída. Úbeda, Jaén)
  7. El Cirineo ayuda a llevar la Cruz (Cofradía del Nazareno. León)
  8. Cristo de la Candelaria (Jerez de la Fontera, Cádiz)
  9. Jesús Despojado (Granada)
  10. La Elevación de la Cruz (Zamora)
  11. Cristo de la Buena Muerte y Ánimas (Congregación de Mena. Málaga)
  12. Cristo Prendimiento, Málaga.
  13. El Descendimiento (Cuenca)
  14. Jesús en brazos de su madre (Cofradía de la Piedad. Valladolid)
  15. Jesús es sepultado (Madrid)
  16. María Santísima de Regla (Hermandad de Los Panaderos. Sevilla)

EDUCARED

EducaRed es un portal educativo orientado a educación 2.0 y TIC para padres



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2ª evaluación

                               
            DOCTRINA SOCIAL
 
1. ¿Qué es la doctrina social de la Iglesia? La doctrina social es la parte del magisterio de la Iglesia que se ocupa de enseñar el comportamiento correcto de los hombres en su vida social. Aplica las enseñanzas de Jesucristo a la vida en sociedad, siempre con el fin de buscar la salvación de las almas.
2. ¿Cuál es el fin de la doctrina social? La meta final es la salvación de las almas. Pero el fin inmediato de la doctrina social es proponer principios y valores que contribuyan a crear una sociedad digna del hombre, aplicando las enseñanzas de Jesucristo.
3. ¿Cuáles son los principios de la doctrina social? la Iglesia elabora sus doctrina social apoyándose en cuatro principios básicos: la dignidad de la persona humana, el bien común, la subsidiaridad y la solidaridad. Los comentamos a continuación.
4. La dignidad de la persona humana.- El ser humano posee gran dignidad por ser imagen divina y criatura especialmente armada por Dios. Esta categoría singular es el fundamento principal para el trato adecuado entre los hombres. Este principio incluye el derecho a la vida (aborto, embrión) y a la libertad religiosa; la defensa del matrimonio y la familia.
5. El bien común.- El bien común es el bien de todos los hombres y de cada uno, incluyendo los aspectos espirituales. El bien común abarca dos grandes principios:
  • El destino universal de los bienes.- El Creador dispuso el mundo para todos los hombres. Esto no quiere decir que uno pueda tomar lo que desee, sino que al regular las relaciones humanas debe tenerse en cuenta el desarrollo y beneficio de los demás.
  • La propiedad privada.- Es necesaria para la autonomía y libertad propias. Este principio está subordinado al anterior, de modo que los bienes se empleen también en beneficio de los demás, con cuidado especial hacia los pobres. Esta protección no consiste simplemente en darles dinero, sino sobre todo en facilitarles la formación y los medios necesarios para salir de su pobreza.
6. La subsidiaridad.- Según este principio, las sociedades de orden superior deben adoptar una postura de ayuda y promoción respecto a las menores, facilitando sus iniciativas correctas. En casos especiales puede suplirlas durante un tiempo breve.
Una consecuencia de la subsidiaridad es -por parte de los ciudadanos- el deber de participar en la vida social.

7. La solidaridad.- La solidaridad o caridad social expresa una idea de unidad, cohesión, colaboración. Es la determinación firme y perseverante de comprometerse por el bien común. Estamos ante un hábito o virtud, ante una decisión estable de colaborar con los demás. Con todos los hombres, pues realmente hay vinculación con todos, aunque uno no se sienta unido a algunos. La solidaridad como parte de la caridad engloba a los demás principios.
8. ¿Cuáles son los principales valores sociales? Para la vida social, hay cuatro grandes bienes que conviene ejercitar, pues están muy ligados a la dignidad de la persona humana.
  • La verdad.- Conviene resolver las situaciones buscando el bien verdadero, con independencia del propio interés. Así se evitan muchas tiranías. Este tema afecta mucho a los medios de comunicación y a los fraudes económicos.
  • La libertad.- En el ámbito religioso, cultural, político, etc. Siempre dentro del bien común y del orden público. Sin olvidarse del bien verdadero y de la responsabilidad correspondiente, pues se trata de elegir el bien, no el mal -líbranos del mal-.
  • La justicia.- Es el hábito de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido. Ante todo, es importante reconocer la dignidad de los demás, con independencia de lo que posean o de la utilidad que proporcionen. La justicia debe basarse en la ley natural y conviene que sea mejorada por la caridad y la solidaridad.
  • La caridad.- El amor al prójimo es el criterio supremo de la ética social. Si hay caridad, habrá verdad, justicia, libertad, etc. La caridad se ejercita principalmente con el espíritu de servicio a los demás, buscando su bien sobre todo de sus almas.
9. ¿Estas cualidades sociales tienen relación con la mejora individual? La mejora interior de uno mismo incluye el desarrollo de las cualidades sociales, y este cambio propio es la base firme de la renovación social.
10. La cultura en la doctrina social.- Como ejemplo, apliquemos estos principios y valores al campo tan importante de la cultura.
  • La dignidad humana, la libertad y el destino universal de los bienes reclaman que la cultura y la educación sean accesibles a todos. En consecuencia, debe haber acceso libre a los medios de comunicación, libertad de investigación, derecho de los padres a elegir escuela, etc.
  • La verdad y el bien común en su aspecto espiritual invitan a que la cultura esté abierta a la verdad y a la dimensión religiosa. Tengamos en cuenta que la religión fundamenta la moral, y la moral es el centro de la cultura.
  • La solidaridad y la verdad deben influir en los medios de comunicación cultural.
  • La subsidiaridad propone que el Estado ayude a las iniciativas educativas y culturales.
11. ¿Es misión de la Iglesia resolver problemas sociales? No, no. Esta es misión general de los hombres, y en particular de los gobernantes que tienen el dinero y redactan las leyes. A ellos compete conseguir una distribución justa de los bienes. De todos modos, la Iglesia resuelve muchos problemas sociales por caridad. Pero no es su misión: Cristo no vino a la tierra para resolver dificultades económicas. En cambio, es tarea de la Iglesia establecer principios y orientaciones que señalen caminos posibles y erróneos, teniendo en cuenta la ley natural y las enseñanzas de Jesucristo.